martes, 9 de diciembre de 2025

El derecho a la igualdad y la no discriminación: la obligación legal de México hacia las personas con discapacidad

 


Hablar de discapacidad no es hablar de una condición individual, sino de un tema de derechos humanos. En México, la inclusión no es un acto de buena voluntad ni una decisión moral que depende de quién gobierna o quién administra una institución. Es una obligación jurídica profundamente arraigada en el marco constitucional, legal e internacional del país. Entender esta dimensión legal es fundamental, porque muestra que la dignidad, la accesibilidad y la igualdad de oportunidades no son aspiraciones, sino derechos exigibles.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece desde su artículo 1º que todas las personas deben gozar de los derechos humanos reconocidos en la propia Constitución y en los tratados internacionales de los que México es parte. Esto significa que la discriminación por discapacidad está explícitamente prohibida y que todas las autoridades, sin excepción, tienen la obligación de prevenirla, eliminarla y sancionarla. La discapacidad, por tanto, deja de ser vista únicamente desde un enfoque médico o asistencialista, y se posiciona dentro de la categoría de igualdad sustantiva.

sábado, 6 de diciembre de 2025

Reflexión sobre “Con todas nuestras fuerzas”: discapacidad, vínculos y lo que el cine suele ocultar

 


Imagen 1: se muestra a un padre sosteniendo a su hijo después de acabar una carrera


La película “Con todas nuestras fuerzas”, dirigida por Nils Tavernier, narra el reencuentro emocional entre Paul y su hijo Julien, un joven con parálisis física que ha vivido prácticamente al margen de su padre durante años. Tras quedarse sin empleo, Paul regresa a casa y se ve obligado a enfrentar la verdad incómoda que había evitado: su propio miedo, su vergüenza y su incapacidad para relacionarse con su hijo. El filme usa esta distancia inicial para llevarnos hacia el gran motor narrativo: el triatlón Ironman, una prueba que Julien desea hacer junto a su padre para demostrarse, y demostrarle, que su vida no está limitada por su discapacidad. Desde el inicio, la película se construye para conmover, con imágenes dulces, paisajes idealizados y una música cuidadosamente pensada para despertar emociones. Y funciona. Pero esta misma estructura abre un debate necesario.

La discapacidad como herramienta narrativa

Aunque Julien está maravillosamente interpretado por Fabien Héraud, la película inevitablemente cae en el patrón típico del cine sobre discapacidad: convertir la condición del protagonista en un catalizador para el crecimiento del personaje sin discapacidad. La discapacidad aparece más como un impulso dramático que como un tema tratado con profundidad. Es decir, la historia no gira realmente en torno a Julien, sino alrededor del efecto que Julien causa en su padre. Esto no invalida la historia, pero sí invita a reflexionar. ¿Por qué el cine todavía insiste en contar historias sobre discapacidad desde la mirada de quienes rodean a la persona discapacitada y no desde su experiencia directa? ¿Por qué la superación personal sigue siendo el eje y no la vida cotidiana, compleja y rica, de quienes viven con una condición física o sensorial?

El Ironman como metáfora… y sus límites

El triatlón funciona como símbolo de fuerza de voluntad, reconciliación y empuje emocional. Julien quiere demostrar que puede. Paul quiere demostrar que todavía tiene algo que ofrecer. Y ambos buscan sanar una relación rota. La metáfora es poderosa, pero también simplifica el proceso real de inclusión. No todas las historias de discapacidad necesitan una “gran hazaña” para ser valiosas. No todas las personas con discapacidad deben convertirse en ejemplos de superación para ser reconocidas. Y, sobre todo, no se necesita un reto extremo para mostrar que la dignidad de una persona no depende de su capacidad física. Uno de los puntos más criticables del filme es que su final feliz sugiere que la participación en la carrera resuelve mágicamente todos los problemas familiares. Pero ¿qué pasa después del Ironman? ¿Qué ocurre cuando vuelven a casa, a la rutina, a las barreras reales que la película menciona solo de manera superficial? Ahí es donde la historia se vuelve menos realista.


Lo que el cine sigue sin mostrar

La película toca algunos aspectos de la vida con discapacidad, como la movilidad limitada, la dependencia parcial o el deseo de autonomía. Sin embargo, deja fuera temas fundamentales que también forman parte de la realidad: la educación inclusiva, la discriminación estructural, la construcción de un proyecto de vida independiente, la sexualidad, la toma de decisiones o la relación social con un entorno que todavía infantiliza a las personas con discapacidad. La cinta prefiere enfocarse en la ternura y en la superación deportiva antes que en profundizar en estos elementos. Por eso, aunque emociona, también se siente limitada. El espectador termina con la impresión de que la discapacidad existe para generar compasión o admiración, y no como una forma de existencia plena, compleja y valiosa por sí misma.




Imagen 2: se muestra a julien y Paul sonriendo disfrutando del inicio de la aventura, en una bicicleta con cascos, y detrás el público aplaudiendo

Lo realmente valioso del filme

A pesar de todo lo anterior, la película tiene momentos honestos y auténticos. La química entre Jacques Gamblin y Fabien Héraud es natural, creíble y cálida. No se sienten impostados los silencios, las frustraciones, las pequeñas victorias cotidianas. Es ahí donde la película se sostiene: en los gestos, en la mirada sincera, en el vínculo que ambos actores logran construir. Y esto, más que la carrera, más que la metáfora, es lo que humaniza verdaderamente a los personajes. Julien no es “el discapacitado inspirador”. Es un adolescente con deseos, carácter, enfado, humor y voluntad. Una persona, no un símbolo. Y eso es lo mejor que la cinta ofrece.


Al final, “Con todas nuestras fuerzas” es emotiva y entretenida, pero también representa esa tendencia del cine a simplificar la discapacidad en historias de superación y reconciliación. El filme funciona como punto de partida, pero no como retrato completo. Nos invita a pensar que la inclusión no ocurre en un evento épico, sino en la vida diaria, en las decisiones pequeñas, en el respeto y en la eliminación de barreras que rara vez se muestran en pantalla. La verdadera fuerza de una persona con discapacidad no está en correr un Ironman. Está en vivir plenamente en un mundo que todavía no termina de adaptarse a todas las formas de existir.









jueves, 4 de diciembre de 2025

Día internacional de la discapacidad





imagen 1: se muestra en colores la diversidad de discapacidad que existe


Cada 3 de diciembre se conmemora el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, una fecha establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1992 con el objetivo de promover los derechos, el bienestar y la inclusión plena de este sector de la población en todos los ámbitos de la vida: social, económica, educativa, cultural y política.


A pesar de los avances logrados, en todas las regiones del mundo las personas con discapacidad y sus familias continúan enfrentando obstáculos significativos para alcanzar los objetivos de desarrollo social. Tienen más probabilidades de vivir en pobreza, enfrentan discriminación laboral persistente, reciben salarios más bajos y se concentran en empleos del sector informal. Además, los sistemas de protección social suelen tener cobertura insuficiente y no consideran los gastos adicionales vinculados a la discapacidad, dejando fuera a quienes no participan en el mercado laboral formal. Muchas personas con discapacidad también experimentan vulneraciones en su autonomía y dignidad dentro de sistemas de atención aún paternalistas o institucionalizados.


Los tres pilares del desarrollo social, la erradicación de la pobreza, el empleo pleno y trabajo decente, y la integración social, son inseparables y mutuamente reforzantes. La inclusión de las personas con discapacidad no es un añadido opcional: es indispensable para el progreso social y condición necesaria para construir sociedades justas, equitativas y sostenibles.

Tema 2025: Fomentar sociedades inclusivas para impulsar el progreso social

El lema de este año surge del compromiso renovado adoptado en la Segunda Cumbre Mundial para el Desarrollo Social, donde los Estados reafirmaron que el desarrollo solo es posible si incluye a todas las personas. La inclusión de la discapacidad debe formar parte integral de todos los espacios: económico, social, cultural y político.



Imagen 2: se muestra un grupo de personas, algunas con discapacidad física y otras con discapacidad visual


En este marco, la ONU enfatiza que la discapacidad debe integrarse transversalmente en las políticas públicas, en los sistemas de educación, salud, movilidad, vivienda, empleo, participación ciudadana y, sobre todo, en los marcos internacionales como la Agenda 2030, el Marco de Sendái, la Nueva Agenda Urbana y los compromisos globales de acción humanitaria.

La Estrategia de las Naciones Unidas para la Inclusión de la Discapacidad

Desde 2019, la ONU implementa su Estrategia de Inclusión de la Discapacidad, impulsada por el Secretario General António Guterres. Esta estrategia busca transformar al sistema de Naciones Unidas en una estructura plenamente accesible e inclusiva, reafirmando que los derechos de las personas con discapacidad son inalienables, indivisibles y universales.


En 2025, el Secretario General presentó el sexto informe sobre los avances de esta estrategia, señalando logros relevantes, nuevos desafíos y áreas clave para fortalecer la inclusión global en los próximos años. El documento resalta la importancia de crear entornos accesibles, fortalecer la cooperación internacional y continuar promoviendo el liderazgo de personas con discapacidad en todos los niveles.

Situación en México: un compromiso permanente

En México, el Censo 2020 del INEGI registró casi 21 millones de personas con alguna limitación o discapacidad, cifra mucho mayor que los 5.1 millones reportados en 2010 debido a una mejor comprensión y medición del concepto de discapacidad, así como a una mayor visibilización de este grupo social.



imagen 3: se muestra méxico simbolizando a las personas con discapacidad que viven en nuestro país


México es parte de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD) desde 2008, lo que refuerza su compromiso de construir una sociedad inclusiva, accesible y libre de discriminación. Durante la pandemia por COVID-19, el Secretario General recordó que las personas con discapacidad enfrentan barreras adicionales incluso en el acceso a servicios de salud, lo que subraya la urgencia de priorizarlas en las políticas públicas.


El Gobierno de México ha señalado que la inclusión debe reflejarse en los planes nacionales, presupuestos y programas, guiándose por el principio rector: “No dejar a nadie atrás, no dejar a nadie fuera”.

Reflexión final

El Día Internacional de las Personas con Discapacidad no es solo una fecha conmemorativa: es una oportunidad global para reflexionar sobre lo que aún falta por hacer y para renovar el compromiso de construir comunidades accesibles, empáticas e inclusivas.


Crear sociedades inclusivas significa garantizar que todas las personas, sin importar su condición, puedan ejercer plenamente sus derechos y participar activamente en la vida social. Solo así podremos avanzar hacia un auténtico progreso social, donde la diversidad sea reconocida, respetada y celebrada.


Referencias: 

https://www.un.org/es/observances/day-of-persons-with-disabilities 


https://www.dgeip.edu.uy/prensa/5391-d%C3%ADa-internacional-de-las-personas-con-discapacidad/#:~:text=El%203%20de%20diciembre%20se,con%20discapacidad%20en%20el%20mundo


https://www.gob.mx/conadis/articulos/3-de-diciembre-dia-internacional-de-las-personas-con-discapacidad




martes, 2 de diciembre de 2025

Lo que no vemos: reconocer las luchas silenciosas en un mundo que exige sonreír

 

Vivimos en una sociedad donde “estar bien” se ha convertido casi en una obligación. Entre redes sociales que premian la felicidad constante y entornos laborales que valoran la productividad por encima del bienestar, muchas personas aprenden a disimular su dolor, a ocultar la ansiedad, la tristeza, el desgaste emocional o incluso el agotamiento físico.

Sin embargo, detrás de un “todo bien” suele haber historias que merecen ser vistas, acompañadas y reconocidas.

La psicología contemporánea lo ha dejado claro: las luchas silenciosas son más comunes de lo que creemos.
La Organización Mundial de la Salud estima que más de 280 millones de personas en el mundo viven con depresión, muchas sin recibir atención o sin que su entorno se dé cuenta de lo que atraviesan (OMS, 2023). Y en México, la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado indica que aproximadamente el 30% de las personas oculta síntomas de ansiedad o tristeza por miedo a ser juzgada (INEGI, 2023).

Convivimos todos los días con personas que están librando batallas internas mientras cumplen, sonríen, ayudan o simplemente sobreviven. Y aun así, la mayoría del tiempo, no lo notamos.

🌱 1. Todos cargamos algo que no contamos

No importa la edad, el contexto o la historia: todos tenemos capas internas que no mostramos. La teórica Brené Brown, conocida por sus estudios sobre vulnerabilidad, explica que la mayoría de las personas prefiere ocultar sus heridas por temor a ser percibida como débil (Brown, Daring Greatly, 2012).

La vulnerabilidad se vuelve entonces un acto de resistencia: una forma de decir “estoy luchando, pero sigo aquí.”

Las luchas silenciosas pueden ser:

  • ansiedad o ataques de pánico,

  • procesos de duelo,

  • estrés académico o laboral,

  • responsabilidades familiares invisibles,

  • discriminación cotidiana,

  • enfermedades crónicas,

  • precariedad económica,

  • o simplemente cansancio emocional acumulado.

Reconocer que no lo sabemos todo del otro es el primer paso para relacionarnos desde la humanidad, no desde el juicio.

💬 2. Por qué no debemos minimizar el dolor ajeno

Expresiones como:

  • “échale ganas”,

  • “no es para tanto”,

  • “hay gente que está peor”,

  • “tú puedes con todo”,

  • “ya supéralo”,

aunque parecen motivadoras, en realidad invalidan.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Mental de EE.UU. (NIMH), invalidar el dolor emocional incrementa el aislamiento y disminuye la probabilidad de que una persona busque ayuda (NIMH, 2021).

El dolor no es una competencia.
Y lo que para uno puede ser manejable, para otro puede sentirse abrumador.

La empatía no compara; la empatía acompaña.

🤝 3. La presencia sincera como forma de acompañamiento

No siempre tenemos que dar una solución.
A veces lo más humano es decir:

—“No sé qué decir, pero aquí estoy.”
—“Si quieres hablar, tengo tiempo.”
—“No tienes que explicarlo todo para que te crea.”

La psicología humanista, especialmente Carl Rogers, demostró que la escucha activa y la presencia genuina son herramientas más poderosas que cualquier consejo técnico (Rogers, 1951).
Estar ahí, sin presionar, sin juzgar, sin querer “arreglar” a la persona, es una forma de cuidado radical.

🌈 4. Un recordatorio para hoy: sé amable con quienes ves… y contigo también

Si hoy alguien te parece distante, disperso o irritable, no asumas lo peor.
Tal vez esté enfrentando algo que no dice.
Algo que tú también has sentido alguna vez.

La bondad cotidiana —dejar pasar, no contestar con dureza, ofrecer ayuda, preguntar con respeto— es una herramienta poderosa para crear espacios más habitables.

Pero igual de importante es ser amable contigo mismo.
Reconocer cuando estás cansado.
Permitir descansar.
No exigirte estar bien todo el tiempo.

Como escribe Audre Lorde:
“Cuidarme no es un acto de indulgencia; es un acto político.

💛 Reflexión final

Las luchas silenciosas no se ven, pero se sienten.
Todos cargamos historias que no contamos.
Y en un mundo que exige fortaleza todo el tiempo, detenernos a mirar, escuchar y acompañar es un acto profundamente transformador.

Si hoy tienes tiempo, regala un acto simple de humanidad.
Sé suave. Sé paciente. Sé presencia.

Tal vez no cambies el mundo entero…
pero sí puedes cambiar el día de alguien.


 Referencias utilizadas:


sábado, 29 de noviembre de 2025

La inclusión empieza en lo cotidiano: pequeños actos que transforman grandes realidades

 Hoy quiero hablar de algo que a veces olvidamos: la inclusión no siempre ocurre en grandes discursos o políticas gigantes. Muchas veces empieza en acciones pequeñas, silenciosas y cotidianas que cada persona puede hacer desde donde está.


Vivimos en un mundo donde hablar de discapacidad, accesibilidad y derechos pareciera un tema especializado, pero la verdad es que todos formamos parte del entorno que puede facilitar —o dificultar— la vida de alguien más. Y aunque no siempre sepamos por dónde empezar, construir una sociedad más justa puede comenzar con gestos simples que cambian dinámicas completas.