sábado, 18 de octubre de 2025

Margarita, With a Straw: una historia sobre independencia, amor y aceptación

 



Hay películas que no solo cuentan una historia, sino que abren conversaciones necesarias. Margarita, With a Straw es una de esas joyas que no aparecen en los grandes catálogos, pero que dejan huella en quien las ve. Esta producción india dirigida por Shonali Bose sigue a Laila Kapoor, una joven con parálisis cerebral que estudia en la Universidad de Delhi y sueña con ser escritora. Su vida cambia cuando obtiene una beca para estudiar en Nueva York, donde comienza un viaje de autodescubrimiento tan humano como profundo.


Lo primero que hace especial a esta película es que no se enfoca en la discapacidad como un obstáculo a superar, sino como parte de una identidad diversa y real. Laila no es retratada como víctima ni como heroína, sino como una persona compleja, con deseos, errores y contradicciones. Tiene una familia que la ama, pero que también la sobreprotege; amigos que la admiran, pero no siempre la entienden; y una mente brillante que busca libertad en un mundo que no siempre está listo para dársela.

En Nueva York, Laila conoce a Khanum, una joven ciega que le enseña que la independencia también se trata de aprender a amar sin miedo. Su relación rompe tabúes y muestra algo que pocas películas se atreven a abordar: la sexualidad de las personas con discapacidad. La historia es honesta, tierna y, por momentos, incómoda, pero precisamente ahí radica su fuerza. Margarita, With a Straw nos invita a cuestionar qué entendemos por “normalidad” y por qué seguimos creyendo que la discapacidad cancela el derecho al deseo, a la intimidad o al amor.

Visualmente, la película es cálida, llena de colores suaves y escenas cotidianas que se sienten reales. No hay melodrama, sino humanidad. Y la actuación de Kalki Koechlin, quien interpretó a Laila después de meses de preparación junto a personas con parálisis cerebral, transmite respeto y autenticidad en cada movimiento. La directora Shonali Bose, inspirada en su propia prima con discapacidad, logra algo que pocas veces se ve: contar una historia de inclusión sin recurrir a la lástima.

Lo más valioso es el mensaje que deja: la autonomía no se trata solo de moverse o trabajar, sino de poder decidir sobre la propia vida. Laila quiere escribir, viajar, enamorarse, equivocarse, reconciliarse con su familia y consigo misma. Su historia nos recuerda que la inclusión real no empieza en las políticas públicas, sino en la forma en que miramos a los demás, en cómo escuchamos sus voces y respetamos sus decisiones.

Margarita, With a Straw no busca inspirar, busca normalizar. Y lo logra, mostrando que una persona con discapacidad puede vivir todas las emociones, contradicciones y pasiones que hacen humana a cualquier otra. Es una historia que habla de diversidad, pero sobre todo, de libertad.

Reflexión final
El cine tiene el poder de cambiar la forma en que entendemos la vida. Esta película no pide compasión, pide comprensión. Nos recuerda que las barreras más duras no son físicas, sino sociales, y que el verdadero cambio comienza cuando dejamos de ver la discapacidad como diferencia y la reconocemos como parte de la experiencia humana.


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