Hoy en día, la inteligencia artificial es conocida por ayudar a las personas en todos los ámbitos posibles. Asistentes personales como Siri o Alexa, son ejemplos de IA 's que se encuentran en nuestros dispositivos más a la mano como lo son los smartphones. Estos permiten facilitar actividades como apagar o encender las luces de una casa, o saciar dudas que se interpongan en la cabeza en cualquier momento. Sin embargo, tienen problemas para entender a una persona con dificultad del habla. O como es el caso de las aplicaciones que escanean textos, pero que no leen en voz alta lo escaneado para alguien con discapacidad visual. Los programas entrenados para procesar todo tipo de discursos e inflexiones de la voz pueden describir nuestro entorno pueden ayudarnos a superar estas barreras que implícitamente afectan a las personas con discapacidad. Un ejemplo muy claro de esto son las gafas de realidad aumentada en las que están trabajando las compañías como Apple, Oppo o Xiaomi. Estas gafas podrían ser un buen aliado para las personas con dificultades motoras, gracias a sus funciones de control por voz, ya que de esta manera ofrecen indicaciones a sus cámaras integradas.
Otro ejemplo es la IA Relate, diseñada específicamente para entender a aquellas personas con dificultades del habla. Al transcribir su voz a texto, o repetir lo que la persona haya dicho con una voz sintetizada, crea una conversación más fluida. Ahora, aplicaciones como el caso de Be My Eyes, realizan tareas como subir una fotografía o grabación de video, y la inteligencia artificial describe a detalle todos los elementos presentes para poder ayudar a una persona con discapacidad visual. Usando el modelo GPT-4, la misma tecnología que ChatGPT, permite solicitar este apoyo a una inteligencia artificial y pedir ayuda a la hora de buscar objetos caídos, leer etiquetas o guiar a la persona a través de un lugar.
Como conclusión, se podría mencionar que, aunque todo suena muy futurista, esta tecnología ya está desarrollada en el presente y puede ser aplicada en muchos aspectos de la vida cotidiana de una persona con alguna discapacidad. A través de asistentes de voz, tablets, teléfonos celulares, gafas de realidad aumentada y muchos dispositivos más, es que una persona con discapacidad puede llegar a ser más independiente en su vida y de esta manera, mejorar su calidad de vida al saciar con la tecnología sus necesidades.
Otro ejemplo es la IA Relate, diseñada específicamente para entender a aquellas personas con dificultades del habla. Al transcribir su voz a texto, o repetir lo que la persona haya dicho con una voz sintetizada, crea una conversación más fluida. Ahora, aplicaciones como el caso de Be My Eyes, realizan tareas como subir una fotografía o grabación de video, y la inteligencia artificial describe a detalle todos los elementos presentes para poder ayudar a una persona con discapacidad visual. Usando el modelo GPT-4, la misma tecnología que ChatGPT, permite solicitar este apoyo a una inteligencia artificial y pedir ayuda a la hora de buscar objetos caídos, leer etiquetas o guiar a la persona a través de un lugar.
Como conclusión, se podría mencionar que, aunque todo suena muy futurista, esta tecnología ya está desarrollada en el presente y puede ser aplicada en muchos aspectos de la vida cotidiana de una persona con alguna discapacidad. A través de asistentes de voz, tablets, teléfonos celulares, gafas de realidad aumentada y muchos dispositivos más, es que una persona con discapacidad puede llegar a ser más independiente en su vida y de esta manera, mejorar su calidad de vida al saciar con la tecnología sus necesidades.
Gran publicación, muy informativa!!!
ResponderEliminarSi, sorprendente lo que ha avanzado la tecnología.
EliminarQue gusto que te haya interesado la publicación, por favor síguenos para más contenido así!!
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