sábado, 29 de noviembre de 2025

La inclusión empieza en lo cotidiano: pequeños actos que transforman grandes realidades

 Hoy quiero hablar de algo que a veces olvidamos: la inclusión no siempre ocurre en grandes discursos o políticas gigantes. Muchas veces empieza en acciones pequeñas, silenciosas y cotidianas que cada persona puede hacer desde donde está.


Vivimos en un mundo donde hablar de discapacidad, accesibilidad y derechos pareciera un tema especializado, pero la verdad es que todos formamos parte del entorno que puede facilitar —o dificultar— la vida de alguien más. Y aunque no siempre sepamos por dónde empezar, construir una sociedad más justa puede comenzar con gestos simples que cambian dinámicas completas.

jueves, 27 de noviembre de 2025

Una Perspectiva Neurocientífica y Humana de las IDD

Imagen 1: se muestra una niña tomando de la mano a un adulto señalando una figura 


Comprender las Discapacidades Intelectuales y del Desarrollo (IDD) es fundamental para construir comunidades verdaderamente inclusivas. Estas condiciones no se explican desde un solo ángulo; requieren una mirada amplia que abarque lo biológico, lo social, lo educativo y lo ético. Hoy sabemos, gracias a los avances en neurociencia, que el cerebro es dinámico y plástico, capaz de reorganizarse y aprender a lo largo de la vida. Esta visión transforma por completo la manera en que acompañamos a niños, jóvenes y adultos con IDD: ya no se trata solo de identificar limitaciones, sino de crear entornos que potencien sus capacidades, respeten sus ritmos y reconozcan su dignidad.


En este blog exploramos cómo las IDD afectan distintos sistemas del cuerpo, cómo la neurociencia aporta luz para comprender mejor su origen y su diversidad, y de qué manera esta información puede enriquecer la educación, la autonomía y la participación social. Nuestro objetivo es ofrecer una perspectiva integral, crítica y humana, convencidos de que el conocimiento (cuando se usa con ética y sensibilidad) es una herramienta poderosa para la inclusión.


¿Qué son las Discapacidades Intelectuales y del Desarrollo?

Las IDD pueden afectar diferentes sistemas del cuerpo y generar perfiles muy diversos:

1. Trastornos del sistema nervioso

Afectan el cerebro, la médula espinal y el sistema nervioso. Pueden presentarse dificultades en el aprendizaje, el comportamiento, el lenguaje o la movilidad. Aquí se ubican condiciones como parálisis cerebral, síndrome de Down, síndrome X frágil y trastorno del espectro autista.

2. Trastornos del sistema sensorial

Influyen en cómo se reciben e interpretan estímulos como la luz, el sonido, el tacto o los olores. Algunos niños pueden presentar hipersensibilidad o dificultades para tolerar ciertos estímulos, como ocurre frecuentemente en el autismo.

3. Trastornos metabólicos

Impiden que el cuerpo transforme los alimentos adecuadamente. Ejemplos son la fenilcetonuria y el hipotiroidismo congénito, que pueden afectar el desarrollo cerebral si no se tratan.

4. Trastornos degenerativos

Algunas condiciones se manifiestan inicialmente sin síntomas, pero con el tiempo provocan pérdida de habilidades cognitivas o motrices.

La forma en que se definen y clasifican depende del contexto: educativo, clínico o institucional. Por ello, comprender las IDD requiere un enfoque integral.

Neurociencia y Discapacidad Intelectual: ¿Una visión científica, social o política?

Según un artículo de la revista down, escrito por Jesus  Flórez , doctor en Medicina y en Farmacología, es neurocientífico, Asesor de la Fundación Síndrome de Down de Cantabria, en el debate sobre las discapacidades intelectuales y del desarrollo (IDD), la neurociencia ha tomado un rol central. Por un lado, ofrece herramientas potentes para entender qué ocurre en el cerebro de las personas con discapacidad intelectual: cómo se organiza neuronalmente, cómo funciona la plasticidad cerebral, cómo interactúan genética, estructura neurológica, ambiente y desarrollo. Esto permite concebir intervenciones más informadas, terapéuticas y educativas, ajustadas a la biología y al funcionamiento individual. 


Sin embargo, según un artículo de la revista down, existe una tensión entre dos formas de ver la discapacidad: la visión “médica” (que la entiende como un trastorno, una alteración biológica) y la visión “social” (que la entiende como una condición, un estado que debe ser comprendido e integrado). El autor proclama que más conocimiento debe usarse para servir mejor a las personas con discapacidad intelectual; conocer su biología, su cerebro, sus límites y potencialidades no debería servir para marginarlas, sino para ofrecer apoyos adecuados. 




Imagen 2: se muestra a un niño de perfil extendiendo la mano hacia unos engranajes y líneas de colores que rodean un cerebro


La neurociencia moderna describe el cerebro como un sistema dinámico y plástico, no como una máquina fija, donde las conexiones neuronales pueden reorganizarse según las experiencias y el entorno. Este enfoque rompe con la idea de que la discapacidad intelectual es un destino inmutable desde la genética, abriendo posibilidades reales de desarrollo, aprendizaje y mejora con estímulos adecuados.


No obstante, advierte el artículo, la neurociencia cuando adscribe la discapacidad intelectual a “anomalías cerebrales” corre el riesgo de normalizar una división rígida entre “normalidad” y “patología”, reforzando una lógica de exclusión. Por eso, sugiere, la interpretación de los hallazgos debe ser crítica, integrando tanto la biología como lo social, lo educativo y lo ético. 


En este sentido, la neurociencia puede ser una herramienta liberadora para entender, intervenir, apoyar, siempre que se use con una visión de respeto a la diversidad, reconociendo la dignidad, derechos y singularidad de cada persona.

Neurociencia y Educación Especial: Una Alianza para Mejorar el Aprendizaje

La neurociencia es clave para la educación porque:

  • Permite identificar barreras cognitivas y sensoriales.

  • Favorece la intervención personalizada.

  • Mejora la comprensión de trastornos como TEA, TDAH, dislexia o trastornos del lenguaje.

  • Ayuda a interpretar conductas desde la evidencia científica.

  • Orienta la planificación de estrategias multisensoriales, visuales, estructuradas o tecnológicas.

El cerebro infantil es altamente plástico, sobre todo en los primeros años. Los niños aprenden y se desarrollan mejor mediante:

  • Juego y exploración activa.

  • Interacción social significativa.

  • Estimulación sensorial variada.

  • Oportunidades para equivocarse y resolver problemas, lo que fortalece la resiliencia.

Cuando el entorno educativo comprende cuán flexible y sensible es el desarrollo neurológico, puede adaptarse para potenciar cada capacidad.


Referencias:

López Fernández, V. (2025, 7 de agosto). La importancia de la neurociencia en la educación especial: un enfoque integral para optimizar el aprendizaje. UNIR Revista Educación. https://www.unir.net/revista/educacion/importancia-neurociencia-educacion-especial-enfoque-integral-optimizar-aprendizaje/ 

Eunice Kennedy Shriver National Institute of Child Health and Human Development. (s. f.). Discapacidades intelectuales y del desarrollo (IDD): Generalidades. NICHD. https://espanol.nichd.nih.gov/salud/temas/idds 

Flórez, J. (2015). Discapacidad intelectual y neurociencia. Revista Síndrome de Down, 32, 2-14. http://revistadown.downcantabria.com/wp-content/uploads/2015/03/revista124_2-14.pdf 




miércoles, 26 de noviembre de 2025

Inclusión laboral: cuando una oportunidad transforma una vida y una empresa

 La inclusión laboral es una de las formas más poderosas de cambiar la vida de una persona con discapacidad. No solo porque el trabajo genera ingresos, sino porque abre puertas a la autonomía, la identidad profesional, la seguridad emocional y el sentido de pertenencia. Trabajar no es solo “tener un empleo”, es participar en la sociedad, ser escuchado, tomar decisiones y construir un proyecto de vida.



Sin embargo, aunque la discapacidad forma parte natural de la diversidad humana, en el mundo laboral aún es vista como una excepción o un “caso especial”. Muchas personas con discapacidad siguen enfrentando prejuicios que nada tienen que ver con sus capacidades reales: ideas equivocadas sobre su productividad, sobrecostos inventados o temores infundados sobre adaptaciones.

Pero la evidencia es contundente: cuando una empresa incluye, gana mucho más de lo que invierte.
La inclusión no es un gasto; es una estrategia de innovación, cultura y crecimiento.

sábado, 22 de noviembre de 2025

La discapacidad y su impacto en nuestra vida

Hoy en día hablar de crisis emocionales no es un lujo, sino una necesidad urgente. Tras la pandemia, los niveles de ansiedad y depresión aumentaron un 25% según la OMS, afectando profundamente la forma en la que las personas enfrentan situaciones críticas. Cuando estas crisis se presentan en personas con discapacidad adquirida, el impacto se multiplica: su realidad, su cuerpo y su entorno cambian de un día para otro, generando una necesidad de adaptación emocional, social y psicológica que no siempre se acompaña adecuadamente.

Este blog busca concientizar, sensibilizar y ofrecer una mirada humana sobre la intervención en crisis emocional en quienes han adquirido una discapacidad recientemente. No solo se trata de técnicas: se trata de personas, de historias y de dignidad.

Discapacidad congénita y adquirida: comprender la diferencia

Así como existen muchos tipos de discapacidad, también existen dos formas de que estas se manifiesten, y conocerlas es clave para promover empatía social.

Discapacidad Congénita es aquella con la que se nace.Puede desarrollarse antes del nacimiento, durante el embarazo o dentro de los primeros tres años de vida.

Discapacidad Adquirida ocurre cuando una persona, a lo largo de su vida, adquiere una condición que cambia su funcionamiento físico, sensorial, intelectual o psicosocial. Las causas más comunes son accidentes, enfermedades, factores de la edad o condiciones médicas repentinas.

La Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (FAMMA) lo resume con claridad: “Nadie está exento de padecer una discapacidad a lo largo de su vida.”




imagen 1: se muestra una persona con discapacidad física con alguien a su lado


Tipos de discapacidad adquirida


Dentro de la discapacidad adquirida podemos encontrar varias formas. La discapacidad auditiva, por ejemplo, aparece con mayor frecuencia entre los 65 y 80 años, aunque también puede surgir por accidentes, infecciones o traumatismos sonoros. La discapacidad visual tiene causas como la miopía severa, el desprendimiento de retina, el glaucoma y, en particular, complicaciones derivadas de la diabetes. La discapacidad física puede ser el resultado de un accidente, una lesión o una enfermedad degenerativa, y hoy en día es una de las más prevalentes. La discapacidad psicosocial incluye condiciones como ansiedad, depresión o trastornos derivados del trauma, muchas de las cuales se manifiestan en la adolescencia o juventud. También existe la discapacidad derivada de enfermedades raras, cuyo diagnóstico suele ser complejo pero cuya existencia no debe invisibilizarse. La realidad es que todos estamos expuestos a adquirir una discapacidad en algún momento de nuestra vida, lo que hace indispensable fomentar la prevención y el autocuidado: asistir a chequeos médicos, mantener una alimentación saludable, realizar actividad física y, en caso de embarazo, seguir cuidadosamente las indicaciones médicas. Cuidar la salud física y mental es, en esencia, un acto de amor propio.


Etapas emocionales tras adquirir una discapacidad


Cuando una persona adquiere una discapacidad, atraviesa diferentes etapas emocionales: la incertidumbre, el shock, la negación, la pena y, eventualmente, la aceptación. Ninguna persona vive este proceso de la misma manera; cada historia es única y merece ser acompañada sin juicio y sin presión. Entender estas etapas permite actuar con sensibilidad al momento de intervenir en una crisis emocional.

Una crisis emocional ocurre cuando la persona pierde temporalmente la capacidad de responder adecuadamente a su entorno. En personas con discapacidad adquirida, esta crisis suele estar vinculada a cambios bruscos en la rutina, pérdida de independencia, dolor físico, barreras sociales y estigmas. Identificar una crisis implica reconocer sus señales: la ansiedad, donde se observan conductas como demanda insistente de atención, agitación o tensión física; la actitud defensiva, caracterizada por elevación del tono de voz, gritos o amenazas; el ataque, donde se pueden presentar conductas agresivas hacia sí mismo o hacia otros; y finalmente, la fase de descenso de tensión.


Intervención de crisis


La intervención en crisis se desarrolla en tres fases fundamentales. La primera es la identificación de la crisis, observando la conducta con atención y detectando los signos que indican el nivel de descontrol emocional. La segunda es la intervención directa, donde se prioriza la seguridad física y emocional utilizando técnicas no intrusivas como la respiración guiada, la relajación muscular y la escucha activa. La tercera fase es la desactivación, que implica apoyar a la persona para recuperar la calma, así como implementar estrategias para prevenir futuras crisis, modificar el entorno y fortalecer habilidades de afrontamiento.




Imagen 2: se muestra una persona preocupada y triste y alguien dándole la mano


La familia también vive su propia crisis. Cuando se comunica una discapacidad adquirida, los familiares enfrentan incertidumbre, miedo y una profunda necesidad de reorganizar sus vidas. Esto requiere ajustes emocionales, físicos y sociales. En estos momentos el acompañamiento de un equipo multidisciplinario resulta indispensable: psicoterapeutas, especialistas en rehabilitación, trabajadores sociales y otros profesionales. La familia necesita herramientas para adaptarse y brindar apoyo sostenible sin caer en el agotamiento emocional. En cada etapa del proceso, las familias atraviesan estresores particulares y desarrollan estrategias de afrontamiento que, si se orientan adecuadamente, fortalecen el bienestar colectivo.

La atención psicológica desempeña un papel central en todo este proceso. A través de la terapia, la persona con discapacidad aprende a expresar sus emociones, a comprender los cambios que está viviendo y a desarrollar recursos emocionales que le permitan adaptarse mejor. El acompañamiento terapéutico no solo beneficia a la persona, sino también a su entorno familiar, que adquiere herramientas para apoyar, comunicar y convivir de manera más saludable. La salud mental debe entenderse como una parte fundamental del proceso de rehabilitación, al mismo nivel que cualquier tratamiento médico.


Concientizar para transformar


La discapacidad adquirida nos recuerda que la vida puede cambiar en un instante, pero también nos enseña que la dignidad permanece intacta. La inclusión y la empatía no son favores: son derechos humanos básicos. Comprender, acompañar y humanizar estas experiencias nos permite construir una sociedad menos indiferente y más consciente, donde la discapacidad no sea vista como una tragedia, sino como una condición que requiere apoyo, respeto y adaptación. Transformar nuestra mirada es el primer paso para transformar nuestro entorno.


Referencias: 

https://www.juntos.org.mx/2022/01/discapacidad-adquirida/ 

https://psicoimagina.com/el-mundo-emocional-de-la-discapacidad/ 

https://imedis.edomex.gob.mx/intervencion-crisis-emocional-persona-discapacidad-adquirida 


jueves, 20 de noviembre de 2025

PENGUIN BLOOM: Reconstrucción emocional tras la discapacidad


Imagen 1: muestra a Sam Bloom con penguin bloom posando sobre su hombro.


Penguin Bloom (2020) es una película basada en una historia real que narra la vida de Sam Bloom, una mujer deportista, aventurera, esposa y madre de 3 hijos, cuya vida cambia  drásticamente tras un accidente que le provoca una lesión medular y la deja parapléjica. La historia muestra con gran sensibilidad cómo la familia Bloom enfrenta el dolor, la adaptación y la reconstrucción emocional. Todo comienza cuando los hijos de Sam encuentran a una pequeña urraca herida a la que llaman Penguin, un ave que poco a poco se convierte en un vínculo emocional poderoso, especialmente para Sam. A través de esta relación tan inesperada, la protagonista empieza a recuperar esperanza, autonomía y un sentido renovado de identidad, aunque en un principio Sam rechaza la idea de quedarse con el ave.


El impacto emocional 


La discapacidad de Sam no solo implica cambios físicos, sino también un profundo impacto emocional y un replanteamiento de su identidad. Tras el accidente, ella experimenta una pérdida repentina de autonomía que golpea directamente su autoestima y su noción de independencia. Acostumbrada a un estilo de vida activo y lleno de movimiento, ahora debe depender de otros para tareas básicas como bañarse, levantarse, acostarse entre otras cosas, lo que provoca un duelo silencioso por la vida que dejó atrás. La película también retrata el desgaste emocional asociado a la discapacidad: la depresión, la frustración, la sensación de desconexión y la culpa por pensar que se ha convertido en una carga para su familia. Aunque está rodeada de amor, Sam se aísla emocionalmente.


imagen 2: muestran al esposo de Sam hablando con ella siendo empático y ella en silla de ruedas con una expresión de tristeza y frustración


La dinámica familiar también se transforma. Su esposo asume nuevas responsabilidades que normalmente no asumía, como el cuidado de los hijos, la escuela de los mismos y el cuidado y limpieza del hogar. Por otra parte los hijos sienten tristeza y confusión, y el hogar entero entra en un proceso de adaptación, pues la discapacidad, como se muestra en la película, no afecta solo a quien la vive físicamente, sino a todo el entorno familiar, y cada miembro transita el cambio desde su propia perspectiva.


Penguin como símbolo de sanación 


En medio de este panorama, la llegada de Penguin funciona como un catalizador de sanación. La urraca, vulnerable y en recuperación, se convierte en un espejo emocional para Sam. Al cuidar del ave, Sam recupera el propósito y comienza a reconectarse con su vida, con sus hijos y consigo misma. A través de Penguin, comprende que aunque su realidad ha cambiado, aún puede construir una vida plena desde nuevas formas de sentir, participar y amar.

imagen 3: se muestra a sam bloom con una sonrisa viendo a el ave penguin bloom postrada sobre su mano



Sam Bloom hoy

Sam Bloom hoy en día es una atleta reconocida en el surf adaptado, deporte al que regresó después de años de dolor físico y emocional tras su accidente. Ha ganado dos títulos mundiales y continúa entrenando para nuevas competencias, aunque su mayor motivación no son los trofeos, sino la conexión con el océano y la sensación de libertad que le da volver a estar en una ola.


Actualmente, Sam combina su vida deportiva con su labor como embajadora de Wings for Life, una fundación dedicada a la investigación de lesiones medulares. Desde ahí impulsa campañas, comparte su historia y apoya la búsqueda de una cura para personas que viven con su misma condición. Por otro lado, su vida familiar sigue siendo un pilar fundamental, especialmente la relación con su marido Cam y sus tres hijos. Ella misma comparte que aún hay días difíciles, pero el surf, su familia y su comunidad mantienen su equilibrio emocional. A nivel personal, Sam ha transformado el dolor en propósito. Le gusta pasar tiempo en la naturaleza, entrenar con amigos y mantenerse en contacto con otros atletas del surf adaptado. Aunque acepta que su vida no volvió a ser como antes, hoy reconoce su propia fortaleza y el impacto positivo de su historia en miles de personas.

También ha abrazado la exposición mediática, incluyendo la película Penguin Bloom, que cuenta su vida. Aunque le resulta extraño verse reflejada en la pantalla, ha aceptado esa visibilidad como una oportunidad para inspirar y mostrar que la resiliencia puede abrir nuevos caminos incluso después de una tragedia.


imagen 4: se muestra a la verdadera sam bloom arriba de una tabla de surf, como el regreso al surf 


Reflexión final


El mensaje final de Penguin Bloom es claro y poderoso: la discapacidad no define a la persona. Puede transformar la vida, pero no borra la esencia de quien se es. La película recuerda que la discapacidad no marca el final de un camino, sino el inicio de uno distinto, que requiere adaptación, apoyo emocional y paciencia, pero también puede abrir la puerta a un proceso profundo de descubrimiento personal y familiar.


Referencias

https://www.redbull.com/mx-es/sam-bloom-regreso-al-surf