martes, 4 de marzo de 2025

Cómo detectar señales de ansiedad y depresión en personas con discapacidad

 

Imagen 1. La imagen muestra a una persona en silla de ruedas inclinada hacia adelante, con las manos en la cabeza, transmitiendo angustia y soledad. La fotografía en blanco y negro refuerza la sensación de aislamiento.

La salud mental es un aspecto esencial para cualquier persona, pero en el caso de las personas con discapacidad, puede ser aún más delicado debido a las barreras adicionales que enfrentan. La ansiedad y la depresión son trastornos comunes que pueden pasar desapercibidos o ser malinterpretados, especialmente en personas con discapacidad intelectual o deterioro cognitivo. Detectar a tiempo estas señales es crucial para brindar el apoyo adecuado. A continuación, exploraremos cómo identificar estos síntomas y qué factores tener en cuenta.


Señales de ansiedad en personas con discapacidad

La ansiedad es una respuesta natural ante situaciones percibidas como peligrosas. Sin embargo, cuando estas reacciones se vuelven desproporcionadas e incontrolables, se convierte en un trastorno que requiere atención. En personas con discapacidad, los síntomas de ansiedad pueden manifestarse de maneras menos evidentes y, a menudo, ser confundidos con características propias de su condición.

1. Síntomas subjetivos o cognitivos

  • Preocupación constante: Pensamientos recurrentes sobre situaciones futuras que pueden generar miedo o inseguridad.

  • Dificultad para concentrarse: Problemas para mantener la atención en tareas específicas.

  • Sentimientos de inferioridad: Inseguridad y miedo a fallar en actividades cotidianas.

2. Síntomas motores u observables

  • Conductas de evitación: Rechazar ciertas actividades, lugares o personas para evitar situaciones que provocan ansiedad.

  • Hiperactividad o paralización: Movimientos constantes o, por el contrario, inmovilidad ante situaciones estresantes.

  • Problemas de expresión verbal: Dificultad para comunicarse claramente.

3. Síntomas fisiológicos

  • Palpitaciones y tensión muscular: Aceleración del ritmo cardíaco y dolores musculares frecuentes.

  • Dificultades respiratorias: Sensación de ahogo o respiración superficial.

  • Problemas gastrointestinales: Náuseas, dolor abdominal o diarrea sin causa aparente.

Señales de depresión en personas con discapacidad

La depresión es otro trastorno que afecta significativamente la calidad de vida y, en el caso de las personas con discapacidad, sus síntomas pueden confundirse fácilmente con la apatía o la tristeza ocasional. Detectar la depresión implica observar cambios significativos y prolongados en el comportamiento.

1. Cambios en el estado de ánimo

  • Tristeza persistente: Llanto frecuente o expresiones de tristeza sin motivo claro.

  • Irritabilidad o ataques de ira: Reacciones desproporcionadas a situaciones cotidianas.

2. Cambios en los hábitos diarios

  • Alteraciones en el sueño: Insomnio o, por el contrario, dormir en exceso.

  • Pérdida o aumento del apetito: Cambios drásticos en los hábitos alimenticios.

  • Aislamiento social: Evitar interacciones y actividades antes disfrutadas.

3. Síntomas físicos y cognitivos

  • Fatiga constante: Cansancio extremo sin razón física evidente.

  • Dificultad para tomar decisiones: Confusión o falta de concentración.

  • Quejas somáticas frecuentes: Dolores de cabeza, musculares o estomacales sin causa médica aparente.

Factores desencadenantes en personas con discapacidad

Algunos factores psicosociales pueden agravar los trastornos de ansiedad y depresión en personas con discapacidad, entre ellos:

  • Baja autoestima: Sentimientos de inutilidad y baja confianza en sus capacidades.

  • Pérdida de cuidadores: La separación de figuras de apoyo puede generar un estado de vulnerabilidad emocional.

  • Prejuicios y estereotipos sociales: La discriminación y la falta de accesibilidad agravan los síntomas.


Imagen 2. La imagen muestra a una niña cubriéndose el rostro con las manos mientras está recostada en un sofá, transmitiendo timidez o angustia. Lleva una camisa a cuadros y una pulsera colorida.

Recomendaciones para el apoyo emocional

  1. Escucha activa y empática: Permitir que expresen sus emociones sin juicios.

  2. Ambientes seguros y predecibles: Reducir estímulos inesperados que generen ansiedad.

  3. Fomento de la actividad física: Ejercicios adaptados ayudan a disminuir la ansiedad y la depresión.

  4. Apoyo profesional: Terapia cognitivo-conductual y acompañamiento psicológico personalizado.


Detectar a tiempo las señales de ansiedad y depresión en personas con discapacidad no solo mejora su calidad de vida, sino que permite intervenir adecuadamente para prevenir complicaciones. La empatía, la comprensión y el acceso a servicios de salud mental inclusivos son claves para lograrlo.


Fuentes: 

IFBS Calidad. (2025). Salud mental en personas con discapacidad. Recuperado el 3 de marzo de 2025, de https://www.ifbscalidad.eus/es/practicas/personas-con-discapacidad/practica/pr-387/


Granados, L. (2022). Intervención en crisis emocional en personas con discapacidad adquirida. Instituto Mexiquense para la Discapacidad (IMEDIS). Recuperado el 3 de marzo de 2025, de https://imedis.edomex.gob.mx/intervencion-crisis-emocional-persona-discapacidad-adquirida


Basheeruddin, S., et al. (2024). Depression in persons with disabilities: a scoping review National Center for Biotechnology Information (NCBI). Recuperado el 3 de marzo de 2025, de https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC11110534/



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