En el mundo, cuando la gente piensa en la palabra “discapacidad”, muchos creen que refiere a una condición física o intelectual, sin embargo, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la discapacidad está definida como la interacción entre las características del organismo humano y las características de la sociedad en la que se vive.
Antes de realizar un abordaje sobre las dificultades que sufren las personas con discapacidad, es necesario reconocer el proceso evolutivo del concepto de salud y derecho a la salud, recordando que el concepto de salud fue planteado inicialmente en el año 1946, la Organización de Naciones Unidas (ONU) a través de la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió la salud como un estado completo de bienestar físico, mental y social, no solo la ausencia de enfermedades. Además, estableció que el máximo grado de salud es un derecho fundamental para todas las personas, sin importar su raza, religión, ideología política o situación económica o social. Esto se considera esencial para alcanzar la paz y la seguridad.
Ahora, para las personas con discapacidad los servicios de salud poseen una importancia excepcional, pues no solo son parte del medio social en que la persona se desenvuelve, sino que, en muchos casos, tienen verdadera incidencia sobre las condiciones personales que determinan la evolución de la discapacidad. En muchas ocasiones, estas condiciones pueden ser mitigadas o superadas mediante la prestación oportuna, pertinente y eficaz de servicios de salud, tales como los de rehabilitación.
Sin embargo, las personas con discapacidad pueden enfrentar obstáculos para acceder a los servicios de salud y presentar peores resultados sanitarios que las personas sin discapacidad. Además, pueden encontrar instalaciones de los centros de salud insuficientes para responder a sus necesidades, episodios de negación de asistencia sanitaria y maltrato por parte de los proveedores de salud. Es importante tener en cuenta que los desafíos que enfrenta una persona con discapacidad pueden variar según el tipo y grado de discapacidad, así como según el contexto social, económico y cultural en el que se desenvuelve. También, el modelo de aseguramiento en salud puede establecer barreras para el acceso a los servicios de tipo económico, administrativo e incluso de accesibilidad, principalmente en países de la región latinoamericana, como lo son las barreras geográficas, las cuales representan una restricción importante para la garantía del derecho a la salud, especialmente en áreas rurales.
Como solución, es imperativo que gobiernos, la sociedad civil a nivel nacional e internacional y la propia población con discapacidad se unan en un esfuerzo conjunto. Esto implica la necesidad de promover una mayor investigación y diagnóstico sobre la problemática que hemos descrito. Además, es fundamental que se dediquen recursos y esfuerzos significativos a la planificación, implementación y evaluación de políticas públicas participativas en el ámbito de la salud.
Estas políticas no solo deben garantizar la prestación adecuada de servicios de salud a las personas con discapacidad, sino también convertir estos servicios en herramientas poderosas para la superación de una situación que afecta la dignidad y el bienestar de un número significativo de seres humanos. Trabajar en conjunto para abordar esta cuestión no solo es una responsabilidad ética, sino también una inversión en la construcción de una sociedad más justa e inclusiva para todos.
Referencias:
Invitado, A. (2019). Servicios de salud para personas con discapacidad. Gente Saludable. https://blogs.iadb.org/salud/es/servicios-de-salud-para-personas-con-discapacidad/
Piraguata, N., Buitrago, M., Casallas, A. (2021). La salud como derecho, avances y desafíos en personas con discapacidad en América Latina. Revista de Salud Pública, 15(2), 25-35.
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