Por Iris Axalco
¿Qué tal, apreciable lector?
Esta entrada del blog en particular me
emociona demasiado, después de un tiempo sin reportarme por aquí en modo de
escritora, se me ha asignado escribir en relación a una de las épocas favoritas
de muchos, la navidad, y más que nada quiero contarles sobre los obsequios,
cabe aclarar que no pienso dar un mensaje sentimental, de lástima o donde las
lágrimas salten, solo estoy aquí para hablar de quienes hacen los obsequios que
compramos, por supuesto no puedo hablar por ellos, solo digo desde mi
perspectiva como consumidora que trata de informase cada vez más sobre el mundo
y su funcionamiento.
Ahora bien, me gustaría señalar que
además de las tiendas departamentales, centros comerciales y grandes marcas,
existen pequeños comercios más locales, familiares e incluso individuales que
idean, crean, fabrican y distribuyen sus propios productos, a esto se le llaman
PYMES; a mi parecer es una buena idea
para comenzar un negocio propio, no obstante, más allá de pensarlo como algo
con lo que uno puede practicar o tomar como hobbie, para muchos puede ser su
única fuente de ingresos, por ejemplo para las personas con alguna discapacidad
o situación de vida , para quienes no siempre es sencillo conseguir un empleo,
así que tienen que auto emplearse.
Es por ello que en este breve escrito me
gustaría hacer una amplia invitación a que cuando vayamos a hacer nuestras
compras navideñas, no solo consideremos las tiendas de marca, sino también las
cosas hechas a mano y de negocios pequeños que tienen también un gran valor,
accesibilidad y muchas ventajas, además del apoyo a las personas que llevan sus
pymes, se puede tener mayor accesibilidad y comunicación con el fabricante, personalizar
los detalles como nombres, colores, tarjetas con mensajes, etc.
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