José Calderón Torres, mejor conocido entre los tampiqueños como Pepito "El Terrestre", fue en su época considerado el hombre más alto de México y del mundo, ¡llegando a medir 2.30 metros de alto!
Pepito, nació en Tampico, Tamaulipas, entre 1914 y 1915. Además de su increíble estatura, se le destacaba por ser un hombre noble y de buen corazón. Desde pequeño siempre fue un niño muy alegre y tuvo una infancia como la de cualquier otro niño hasta que descubrió su enfermedad.
Pepito, comenzó a crecer al punto donde rebasaba a su demás compañeros en la escuela, sin embargo, no era un crecimiento normal. Después de algunos chequeos médicos, se llegó al diagnóstico de un problema en la glándula pituitaria, lo que le provocaba su gigantismo.
No obstante, este diagnóstico no fue un obstáculo para Pepito, puesto que tenía que seguir adelante por su familia. Un poco más grande, comenzó a buscar trabajo, ya que su padre falleció dejándolo a cargo de su madre. Así que intentándolo todo, Pepito fue en busca de algún sustento para su familia. Se dice que lo quisieron reclutar como basquetbolista, pero por su pie plano que le provocaba el gigantismo, no pudo acceder a esta oportunidad. También fue llamado por un circo que le ofreció empleo como parte de la exposición junto con un enano del mismo show. Inclusive, llego a ser imagen de una marca de vitaminas.
Sin embargo, a pesar de todas estas oportunidades de trabajo, Pepito decidió dedicarse a ser cargador de tierra, esto para no dejar sola a su madre. A raíz de este empleo, Pepito se unió al Sindicato de Terrestres, siendo parte del origen de su muy conocido nombre. Así fue como Pepito continuó con su vida, siendo muy querido por toda la ciudad, dejando una gran huella de ser una persona trabajadora y de buen corazón a pesar de su aspecto. Muchas anécdotas salieron en nombre de Pepito; se dice que él llegó a voltear una patrulla con solo su fuerza.
Muchas historias así y más siguen rodando las calles de Tampico hasta el día de hoy, justo como el legado de Pepito. El 15 de Octubre 1975, Pepito fallece a la edad de 58 años y fue enterrado en el Panteón Municipal de Tampico. Igualmente, el recuerdo de Pepito fue tan grande que se decidió hacerle una estatua tamaño real de bronce localizada en el Centro Histórico de Tampico. Elaborada por Victor Hugo Yáñez, él relata que la estatua es Pepito sentado en una banca en representación de su amabilidad como persona.
Hoy en día sigue siendo un punto turístico estrella para la Ciudad de Tampico y los lugareños suelen pasar sentados la tarde a su lado. Sin duda, Pepito sigue entre sus seres queridos y entre los pobladores de Tampico. Así que, si tienen la oportunidad de visitar esta hermosa ciudad portuaria del sur de Tamaulipas, no olviden pasar a saludar a Pepito y tomarse una foto del recuerdo con él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario