Por
Iris Axalco
Una mayoría de personas con discapacidad son presentadas en
los medios como ejemplos de superación personal, como una especie de
superhéroes que afrontan el día a día dentro de una sociedad donde las
representaciones de la salud, belleza y bienestar se asocian a los cuerpos de
piel brillante, firme, de un aspecto tan saludable como una manzana y que
llevan un estilo de vida ideal, un mundo donde hasta hace poco las personas con
discapacidad no encajaban en la descripción de ese sueño perfectamente
construido. No obstante, recientemente se ha estado fortaleciendo la tendencia
de viralizar a quienes son “diferentes” y tratar de mostrar la importancia de
la diversidad e inclusión, hecho que tiene muchas ventajas porque comienza a
haber una consciencia y separación entre el contexto que muestra Instagram y
los aspectos en donde difiere la realidad de las personas.
No obstante, Selediana De Souza menciona algo que me ha llevado al cuestionamiento y la reflexión: “Es interesante cómo la cuestión de la imagen corporal “diferente” es presentada en un espacio pensado para enaltecer una estética normalizada como “perfecta”. (Barton, 2009; Santos, 2010 En De Souza, 2019) es decir que ya no se trata solo del estilo de vida en venden las redes sociales, sino las historias de personas para que a los ojos del público signifiquen una cosa u otra.
Es cierto que las historias y memorias de las personas con
discapacidad son dignas de reconocimiento, pero como personas, opino que no
solo hay que limitarlos a su condición para decir que son seres humanos
increíbles, también hay que aplaudir y admirar los logros que han obtenido sin decir
necesariamente en primer plano que tienen alguna discapacidad, ¿cómo cambiaria
la percepción del público si la descripción de una fotografía en Instagram
dijera “Preparada y habilidosa deportista de los juegos
paralímpicos” en lugar de “Mujer con discapacidad motriz gana juegos
paralímpicos”?
Para concluir, considero que en las redes sociales, sobre
todo en Instagram, las personas de una forma u otra seguirán buscando reflejar
una imagen que no solo se acerque a la perfección, si no que se quede en la
mente de quienes las ven, ya sea por razones de apariencia, de estilo de vida,
de composición fotográfica, o por las historias que cuentan; a mi parecer, el
hecho de que las imágenes narren es realmente una herramienta poderosa y muy
bella a la vez, pero que no hay que abusar de los sentimientos que puedan
llegar a generar en el espectador, y tampoco al tratar de difundir los relatos,
logros, comentarios, o fotografías de personas con discapacidad; evitar
reducirlos solo a “casos de superación de su condición” y enfocarse también en
celebrar los acontecimientos adjuntos
No solo es celebrar los logros a pesar de la condición de
discapacidad, sino, como sugerencia, celebrar los logros y a la persona solo
por el hecho de ser quien es.
Pero esta es solo mi opinión, así que, díganme, ¿qué
encabezado pondrían ustedes?
“Increíble y habilidosa deportista de los juegos
paralímpicos” o
“Mujer con
discapacidad motriz gana juegos paralímpicos”.
Referencia
Selediana De Souza
Godinho y Adilton Cícero Nogueira da Silva (Agosto, 2019). La percepción social
de la discapacidad en Instagram. XIII Jornadas de Sociología. Facultad de
Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires
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