Personajes incluyentes en el cine
Elsa Muñoz Adame
Desde pequeña, el cine ha sido un pilar muy importante de mi vida. No es solamente una forma de entretenimiento o distracción para mis momentos de aburrimiento, sino que ha llegado a convertirse en mi refugio cuando la realidad se vuelve muy dura, cuando me siento incomprendida o sola, y cuando necesito creer que yo también puedo ser ese personaje al que, sin importar que se le presenten mil obstáculos en el camino, logrará triunfar en sus metas y tendrá la oportunidad de vivir un “felices por siempre”. Cuando pienso en lo importante que ha sido para mí identificarme con los personajes que veo en pantalla diariamente, siento tristeza y empatía por las personas que no han logrado hacerlo nunca, al no ser representadas en las historias convencionales.
Con el crecimiento, en los últimos años, de luchas como el feminismo, antirracismo y la defensa de la diversidad sexual, los medios han comenzado a impulsar cierta inclusión en los productos audiovisuales que distribuyen, apoyando la creación de personajes femeninos fuertes, héroes de tez negra y jóvenes homosexuales entrañables; sin embargo, hay una causa social que sigue, a día de hoy, bajo el radar de muchos, pasando desapercibida e ignorada por la gran mayoría: la defensa de los derechos de personas con discapacidad.
Claro que existen, principalmente en animación, algunos personajes con discapacidad que se han vuelto icónicos, como son el Pato Donald (impedimento del habla), Porky (tartamudo), Dumbo (microcefalia), Quasimodo (deformidad corporal) y Dory (amnesia anterógada), pero si pensamos en personajes protagonistas de este estilo en el cine comercial de los últimos años, encontraremos una escasa presencia de ellos (de hecho, cuando se nos cuestionó por personajes inclusivos de la discapacidad al iniciar el proyecto solidario, me costó trabajo pensar, siquiera, en unos cuantos).
Uno que puedo mencionar como resaltable es Sam de la serie original de Netflix: Atypical, que es un joven con autismo que está en el proceso de volverse independiente y vivir su vida como un ser humano más de este planeta. El discurso que hacen de la discapacidad en este caso me parece muy bueno porque jamás lo presentan como un ser extraño, sino como un ser humano más viviendo su vida, con los altibajos que esta conlleva. Otro que podría mencionar es Massimo Marcovaldo de la cinta de Pixar: Luca, es padre de Giulia y se desempeña como pescador activamente, sin que la pérdida de uno de sus brazos represente un impedimento para él. Por último, y mi favorito de los mencionados, rescato a Tyrion Lannister de la serie Game of Thrones, un personaje con enanismo que, durante ocho temporadas, jamás se doblega ante su discapacidad ni las burlas que recibe por la misma, se vale de su intelecto para llegar lejos en la historia de los reinos y se convierte en uno de los personajes más queridos y aplaudidos por la audiencia.
En general, me parece que la representación de la discapacidad en el cine es aún insuficiente, pero confío en que las nuevas generaciones no tardarán en mirar hacia esta causa social y apoyar la normalización de la presencia de personajes con discapacidad en los medios audiovisuales. Sueño con una realidad en que estos personajes no sean “el personaje discapacitado de tal serie” sino un personaje más, un amigo más, una persona más; y haré lo posible desde mi participación en la industria del cine para alcanzar esta meta.
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