domingo, 13 de noviembre de 2016

LA FAMILIA Y LA REHABILITACIÓN.










La familia tiene una importancia trascendental  para todo ser humano. Hay veces que su peso es tan importante tanto para bien como para mal.





En cuanto a lo que se refiere a la Discapacidad, tiene un gran valor pues impulsa a salir adelante.



En muchas ocasiones es muy triste ver,  que cuando algún miembro de la familia nace  o adquiere algún tipo de discapacidad es rechazado por sus seres queridos, aislándolo, viviendo una discriminación.



La actitud más positiva es la de aceptación y toma de conciencia de la realidad. El acercamiento a lugares especializados en busca de información relacionada con la manera más acertada de tratar a estas personas, resulta un recurso de mucha utilidad.



También es conveniente preparar al resto de la familia, para hacer del marco hogareño un lugar acogedor, gratificante y motivador, donde todos estén en función de que la persona con necesidades especiales pueda desarrollar al máximo sus capacidades



Es importante que sepan, que no están solos, pues hay escuelas para padres, donde se tratan temas específicos de cada discapacidad, a partir de conferencias, dinámicas de grupo, debates de películas, testimonios de familias que han logrado vencer el reto, y otras técnicas.



La familia deberá ofrecer oportunidades suficientes para desarrollar aquellas habilidades y competencias personales y sociales que permitan a sus miembros crecer con seguridad y autonomía, siendo capaces de relacionarse y de actuar satisfactoriamente en el ámbito social. De ello se desprende también el decisivo papel que adquieren los adultos cercanos familiares en la educación de los niños, aunque sin olvidar que otras instituciones y medios intervienen igualmente en la educación de las personas.



El proceso de aceptación de la discapacidad va a variar dependiendo de las características de la discapacidad en cuestión. La información que requieren los padres sobre su hijo debe ser un elemento crucial del programa de intervención. Los programas de Atención Temprana, Padre a Padre, además de las aportaciones de profesionales especializados están concebidos para atender a las familias en estas primeras fases.



Navegando en la red, vi en video que me llamó la atención, se trataba de la historia de un señor que había tenido un accidente, pero con el apoyo de la familia, principalmente de su mamá, salió adelante y ahora tiene su fundación, donde ayuda a personas a ser independientes.



Hay familiares que en la busca y lucha por la mejoría, llegan a ser “duros” “exigentes” siendo  criticados por la sociedad, por otros miembros de la familia. Lo hacen por el bien del paciente, pues ellos también sufren por ver mal a la persona con discapacidad.





Por otro lado, hay papás que cuando están en la rehabilitación del niño obstaculizan el trabajo del terapeuta, pues con tan solo un pequeño quejido o negación del paciente, basta para interrumpir el trabajo del especialista y frenar la rehabilitación, teniendo como consecuencia la “Lenta” recuperación, o bien, que para las sesiones siguientes, esperen al paciente en un lugar contrario a donde se está llevando a cabo la rehabilitación.

También, hay familiares, que son muy consentidores, con la expresión “Pobre. Ha sufrido mucho”  Justifican  la actitud que ante los demás y ante su rehabilitación, siendo ésta última,  la más importante para su autonomía.

Hay familias que dejan solo al paciente en sus terapias, que ni siquiera conocen al terapeuta, en donde depende de él o ella tomar las terapias y poner su máximo esfuerzo, para una rehabilitación exitosa, aunque no mucha gente lo hace.




Algo que se debe reconocer, es que muchas veces la familia tiene toda la “Actitud” para sacar adelante a su paciente, pero es doloroso ver que éste se da por vencido y  de una discapacidad temporal se vuelve en permanente por la apatía del mismo, lo malo es que culpa a los demás de su “desgracia.”

No es fácil tener una discapacidad, pero se debe aprender a vivir con ella, superarla, para retomar la vida.

Tristemente he visto casos en que la mamá (principalmente) ha sufrido algún accidente ajeno a ella y su familia (esposo e hijos) se han alejado, dejándola sola con su discapacidad; aunque con los hombres es menor la cifra, también les sucede.

No debemos olvidar, que un gran motor para toda rehabilitación es; la familia, gracias a su apoyo las personas con alguna discapacidad, se han rehabilitado más rápido.


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