martes, 11 de noviembre de 2025

La lengua de señas: el idioma que enseña a mirar

 

En un mundo donde todos hablan, pocos realmente escuchan.

Y escuchar no siempre significa oír con los oídos; a veces significa mirar con atención, con respeto, con el corazón.
Así se comunica la comunidad sorda, no con sonidos, sino con manos que expresan ideas, emociones y sueños: a través de la Lengua de Señas Mexicana (LSM).

La LSM es un idioma completo, reconocido oficialmente en México desde 2005. Tiene su propia gramática, estructura y ritmo, igual que cualquier otra lengua. No es un “lenguaje de señas”, ni una forma de “mímica”: es una lengua viva, diversa y con una historia tan rica como la de cualquier idioma del mundo.


Sin embargo, aún hay millones de personas sordas en México que enfrentan una barrera enorme: la incomunicación.
Porque mientras ellas sí pueden comunicarse, muchas veces la sociedad no está dispuesta a aprender su idioma.
Imagina intentar estudiar, trabajar o acudir al médico sin que nadie te entienda. Esa es la realidad de miles de personas cada día.

La verdadera inclusión comienza cuando reconocemos la lengua de señas como un puente, no como una excepción.
Cuando en lugar de pensar “ellos deberían adaptarse”, nos preguntamos “¿qué puedo hacer yo para acercarme?”.
Aprender una sola seña —“gracias”, “hola”, “¿cómo estás?”— puede cambiar completamente una interacción. Es un gesto simple, pero poderoso, porque transmite respeto y apertura.

El silencio no es ausencia.
El silencio de una persona sorda está lleno de movimiento, expresión y significado.
En sus manos hay poesía, identidad y cultura.
Cuando te detienes a mirar una conversación en LSM, notas algo que el mundo hablante ha olvidado: la comunicación no depende solo del sonido, sino de la empatía.Aprender LSM no es una moda ni un acto de caridad, es un acto de ciudadanía. Es decir “quiero que tú también participes”. Es un paso hacia un país donde todas las personas puedan acceder a la educación, al trabajo y a la vida pública sin depender de otros.

¿Cómo puedes ayudar?

  1. Aprende algunas señas básicas (en línea hay muchos recursos gratuitos).

  2. Si trabajas en atención al público, pide o promueve intérpretes de LSM.

  3. Usa subtítulos en tus videos o presentaciones.

  4. Difunde que la Lengua de Señas Mexicana es un derecho, no un lujo.

  5. Escucha con la vista, y comunica con el corazón.

Reflexión final
La inclusión empieza en las manos, cuando decidimos aprender a mirar.
Porque hablar de accesibilidad no solo es construir rampas, también es abrir espacios de comunicación. Y cuando aprendemos a entender el idioma del silencio, descubrimos que el respeto no necesita sonido para sentirse.


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