Desde hace ya varios años, la persona acuñada con el término “Cuidador” resulta esencial para diversos sectores de la población, siendo las personas con discapacidad uno de ellos. Los cuidadores proporcionan atención tanto física como emocional, donde desempeñan en su día a día diversas funciones y tareas que la persona con discapacidad no podría realizar por sí misma, dependiendo de su condición. Actividades como, administración de medicamentos, aseo personal, limpieza del hogar, preparación de comida, etc, son solo algunos casos en los que un cuidador podría ser requerido. A continuación, se describirán más a detalle algunas funciones habituales que llevan a cabo, junto a las cualidades necesarias para ser un cuidador o cuidadora.
Funciones Habituales
Plan de cuidados generales
Cuando se empieza a trabajar con un nuevo paciente, es fundamental realizar un análisis completo de las características del mismo, al igual que de sus necesidades. Por lo que se puede anotar y organizar todo en plantillas que permitan una visualización más clara del panorama completo, como un organigrama donde se denotan las prioridades y las tareas que se tendrán que llevar a cabo para que se cumplan.
Vigilancia y Supervisión
Este punto puede abarcar diversos aspectos. Por ejemplo, este puede ir desde la supervisión en la correcta ingesta de los alimentos, evitar cualquier tipo de caída con algún objeto mal puesto, administrar en forma y tiempo medicamentos, etc. Hasta cumplir con un monitoreo médico donde se chequeen aspectos esenciales como presión, nivel de oxigenación, glucosa; con el fin de estar vigilando constantemente cualquier cambio en el estado de salud y de ser necesario consultar a un médico lo antes posibles.
Apoyo Emocional
Como se mencionó al inició del blog, los cuidadores resultan también un apoyo emocional vital, dado que brindan compañía, comprensión y consuelo. Este aspecto del cuidado es esencial para el bienestar mental y emocional de la persona con discapacidad, ya que hay varias personas que carecen de la posibilidad de encontrar o comunicarse con otras personas debido a su discapacidad
Movilidad
Una de las funciones más comunes pero importantes es que los cuidadores ayuden a sus pacientes a no solo mover su cuerpo, si no que también sean capaces de desplazarse a donde deseen, lo cual puede fungir para la realización de sus actividades cotidianas. Además, con esto se logra que se normalicen más sus días, disfruten de un paseo, reunirse en familia, ir a citas médicas, ir a algún restaurante a comer, entre otros más ejemplos.
Cualidades necesarias
Paciencia y tolerancia :
Tanto la paciencia como la tolerancia, son virtudes fundamentales para cualquier cuidador. La atención a personas con discapacidad puede ser un proceso lento y desafiante, lo cual puede poner a prueba el aguante ante situaciones más complicadas. Sin embargo, pasar este tipo de etapas, resulta que el proceso en un futuro sea mucho más factible y con mejores resultados.
Empatía y Compasión
Como muchos sabemos, la empatía es la capacidad de ponerse en el lugar de la persona con discapacidad, lo cual permite entender y responder a las necesidades emocionales y físicas de la persona a su cuidado. En cuanto a la compasión, esto puede demostrar una preocupación genuina por el bienestar de la persona a su cuidado, lo que se refleja en la calidad de la atención que proporciona.
Resolución de problemas
Este es un aspecto clave, dado que los cuidadores deben ser capaces de enfrentar y resolver problemas imprevistos de manera rápida y eficiente. Esto resulta crucial para manejar situaciones de emergencia y tomar decisiones acertadas bajo presión.
Habilidades de comunicación
La capacidad de comunicarse claramente con la persona con discapacidad, sus familiares y los profesionales de salud es vital. Una buena comunicación asegura que todas las partes estén informadas y coordinadas. Además que, se tiene que tener una mente abierta y flexible a encontrar formas nuevas de comunicarse, dado que algunas personas con discapacidad tienen capacidades comunicativas limitadas, lo que hace que no puedan transmitir bien lo que quieren comunicar y se sientan frustrados. Es por ello, que buscar nuevas alternativas puede hacer que la persona cuidada se sienta más cómoda y comprendida.
Como pudimos observar, el trabajo de un cuidador no es para cualquier persona, dado que desempeña un papel esencial en la sociedad. Por lo que, a través del reconocimiento y el apoyo adecuado, podemos asegurar que los cuidadores continúen su invaluable labor con la dignidad y el respeto que merecen.
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