Resumen
Se han identificado varias vitaminas en
nuestro organismo, cada una de ellas con una estructura química y función
diferentes. Pese a que ninguna sirve como combustible metabólico, son
indispensables para el mantenimiento de la vida, actuando como biocatalizadores
en multitud de reacciones químicas.
Nuestro organismo no está capacitado
para su síntesis, o al menos en cantidades suficientes. Es por eso por lo que
debemos realizar una dieta rica y variada, poniendo especial hincapié en el
consumo de vegetales, ya que son los encargados de producirlas. Se ha
establecido una clasificación en función del almacenamiento que tienen en
nuestro organismo. Las que se almacenan en grasas (liposolubles) y por tanto
más difíciles de eliminar haciendo que sea más posible una intoxicación y las
que se almacenan en agua (hidrosoluble), que son más fácilmente desechable,
obligando a que su consumo sea diario.
Palabras Clave:
Vitaminas, organismo, intoxicación, consumo.
Introducción
Las vitaminas son compuestos orgánicos que el cuerpo
necesita para el metabolismo, y en último fin para su correcto funcionamiento.
Entre las funciones que cumplen destacan mantener el estado de salud y el
crecimiento.
Uno
de los principales problemas que afecta a nuestro país es la falta de una buena
nutrición. Según estadísticas, en México se presentan 4 tipos de alimentación:
buena, regular, mala y muy mala, observándose principalmente en algunos estados
serias carencias dietéticas, ya que no se cubren los requerimientos necesarios
en los diversos nutrimentos. Las Vitaminas y su Importancia
Básicamente, existen 4
tipos de vitaminas imprescindibles que el ser humano debe ingerir en su dieta
diaria y que en algunas ocasiones se olvidan:
·
Vitamina
D: Interviene en la formación y protección de huesos y
dientes, así como en la absorción de calcio y fósforo. Las fuentes principales
de esta vitamina son la yema del huevo, hígado, paté, atún y leche. Pero a su
vez nuestro cuerpo es capaz de sintetizarla gracias a la radiación solar. De
modo que debemos de conseguir radiación solar algunos minutos al día,
especialmente en invierno, ya que las horas de luz se reducen. De ahí la
importancia de realizar deporte al aire libre.
·
Vitamina
E: Interviene en la formación de ADN y ARN, participa
en la formación de glóbulos rojos y músculos y en procesos de cicatrización. Lo
encontramos en aceites vegetales como el de oliva, germen de trigo (pan
integral), yema de huevo y verduras de hojas verdes.
·
Vitamina
C: es un antioxidante muy importante (sabiendo que la
oxidación es la principal causa de desgaste del organismo) y participa en la
formación de colágeno, molécula importante en la formación de huesos y dientes.
Interviene en el metabolismo de las proteínas y en la absorción del hierro. Las
fuentes de vitamina C incluyen los cítricos, fresas frescas, pomelo (toronja),
piña y guayaba, así como también se encuentra en el brécol, las coles de
Bruselas, tomates, espinacas, col, pimientos verdes, repollo y nabos.
·
Ácido
Fólico: es una coenzima necesaria para la formación de
proteínas ADN y ARN, eritrocitos y leucocitos, y metabolismo de carbohidratos y
ácidos grasos. Se encuentra en las vísceras de animales, verduras de hoja
verde, legumbres, frutos secos, granos enteros y levadura de cerveza. Su
contenido se pierde en alimentos conservados a temperatura ambiente y durante
la cocción, es por ello que se recomienda el consumo de vegetales frescos en
ensalada.
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