viernes, 16 de octubre de 2015

TONY MELENDEZ

Hace unos días navegando en internet vi un video sobre Tony Meléndez, un señor que nació sin brazos por un medicamento administrado a su mamá durante el embarazo. Lo que sorprende es, que a pesar de su discapacidad, siendo justificable su amargura o coraje ante la vida, es lo contrario, tocando la guitarra con los pies, dando pláticas, etc…

Cuantas veces nos hemos quejado del físico  (la llantita, las piernas, los ojos, el color del cabello o la piel, el tono de voz, etc…)  sin valorar realmente la función que cumplen, debiendo muchas veces ocurrir algo extraordinario para valorar lo que tenemos y lo que podemos hacer.

No hay que quejarse de lo que no se tiene, sino valorar lo que se tiene. Es muy fácil quejarse, pero que tan fácil es reconocer lo que si podemos hacer?
Hace unos días navegando en internet vi un video sobre Tony Meléndez, un señor que nació sin brazos por un medicamento administrado a su mamá durante el embarazo. Lo que sorprende es, que a pesar de su discapacidad, siendo justificable su amargura o coraje ante la vida, es lo contrario, tocando la guitarra con los pies, dando pláticas, etc…

Cuantas veces nos hemos quejado del físico  (la llantita, las piernas, los ojos, el color del cabello o la piel, el tono de voz, etc…)  sin valorar realmente la función que cumplen, debiendo muchas veces ocurrir algo extraordinario para valorar lo que tenemos y lo que podemos hacer.

No hay que quejarse de lo que no se tiene, sino valorar lo que se tiene. Es muy fácil quejarse, pero que tan fácil es reconocer lo que si podemos hacer?